Actualmente en Europa, y en España en particular, se producen cientos y cientos de multas producto del trabajo de los radares de carretera. Hay que decir que estos radares no están situados hoy día solamente en las carreteras sino que también comienzan a aparecer en las zonas urbanas.
Así es, ya en las calles de nuestras ciudades comienzan a colocarse también radares. Esa es quizás una de las razones por las que también últimamente han surgido, en el mercado, una enorme gama de todo tipo de detectores de radares.
Ahora bien, hay que aclarar que en algunas partes el detector de radares es calificado como un dispositivo de uso ilegal. Al respecto somos de la opinión que se debe permitir la libre venta y uso de estos dispositivos porque pensamos, que lejos de ser algo perjudicial para el Estado y la normativa interna, más bien constituye un beneficio.
Se preguntarán: ¿En qué consiste tal beneficio? Simple, estos detectores de radares se convertirían por sí mismos en reductores de velocidades. Nuestra experiencia nos indica que quienes lo utilizan, ante la detección o presencia de un radar del tipo que sea, suelen reducir la velocidad considerablemente.
Pero bueno, esa es harina de otro costal pero esperamos que quede como una consideración válida o por lo menos objeto de debate. En todo caso, de lo que venimos a hablarles es de los tipos de radares que podemos conseguirnos en nuestras carreteras e incluso ciudades.
Contentidos
Radares de velocidad
Este tipo de radar puede ser fijo o móvil. Con respecto a los fijos, por ejemplo en España, la ley establece que debe avisarse su presencia. Esta presencia se indica bien sea por las señales comunes informativas de color azul o bien por las luminosas.
Son los radares convencionales que solemos ver ubicados en postes, colocados sobre trípodes o sobre coches de la guardia o del ente encargado de tránsito.
El otro tipo, el radar móvil, el cual es manejado por un operador, no es obligatorio que se indique su presencia. Sin embargo, sí se brinda información sobre los sitios o tramos de carretera que se consideran peligrosos en los que pudieran estar ubicados.
Este grupo de radares móviles incluye los invisibles, los que se ejecutan mediante pistola láser y los denominados inteligentes.
La finalidad de ambos tipos de radares, fijos o móviles, es establecer si algún conductor ha superado el límite de velocidad establecido. A estos radares también se les denomina cinemómetros, dada esta particularidad de medición de velocidad.
Radares de tramo
Otro tipo de radar con el que muy seguramente te encuentres en una carretera son los denominados radares de tramo. Con respecto a estos, vale destacar que algunos especialistas los consideran más fiables que los de velocidad.
Consiste básicamente en un dispositivo que permite calcular la velocidad media que desarrolla un coche durante un tramo. Es decir, desde que pasó por un punto A hasta que llegó a un punto B.
Supongamos que las autoridades establecen que el tiempo mínimo permitido para transitar un determinado tramo es de 5 minutos. Sin embargo un conductor hace ese recorrido en un tiempo menor al fijado, entonces será objeto de una multa porque querrá decir que excedió la velocidad permitida.
Radares voladores
A estos radares se les conoce también como radares Pegasus, dado que generalmente están instalados en helicópteros del tipo Pegasus. Esta clase de “radar” permite que se observe el desempeño del conductor durante algún tiempo, a fin de establecer si su manejo es el adecuado y acorde con la ley.
Generalmente poseen dos cámaras de vigilancia, una de las cuales (la panorámica) permite hacer el seguimiento así como captar la velocidad del coche. La otra, que facilita la lectura de la matrícula (teleobjetivo) del vehículo infractor. Esta última está diseñada para obtener detalles del objetivo incluso estando a una distancia de un kilómetro y desde 300 metros de altura.
Es quizás uno de los sistemas de radares más efectivos en España, puesto que por medio de su utilización se obtienen un gran número de infracciones que conducen, a su vez, a una multa.
Radares ficticios o de cámaras
Los hemos denominado radares ficticios porque no son en realidad radares sino cámaras de vigilancia que suele confundírseles con aquellos. Hay personas que ante una cámara creen que están en presencia de un radar pero no es así, porque la diferencia, en cuanto a funcionamiento y tecnología, entre uno y otro es total.
Las cámaras de vigilancia no son cinemómetros, es decir no tienen capacidad de medir velocidades. Pero sí pueden registrar otro tipos de anomalías al momento de conducir como por ejemplo la de no llevar puesto el cinturón de seguridad o hacerlo utilizando el móvil.
Actualmente también pudieras encontrarte en las carreteras con detectores de matrículas, que son dispositivos que sirven para determinar si los coches están circulando sin seguro o sin haber pasado la inspección técnica del vehículo (ITV).
En fin, nuestra principal recomendación es la prudencia al conducir y cumplir con toda la normativa para ello. De esta manera evitarás inconvenientes y malos ratos que arruinen el disfrute de un viaje. Bien sea porque te detengan y te multen o, peor, porque sufras un accidente debido a una irresponsabilidad.